lunes, 19 de diciembre de 2011

Jesús Mosterín: La enorme pasión por saber


Filosofía más apasionante es la científica. Y esa filosófía ha de ser una visión de conjunto de la realidad, pero a la vez de las cosas concretas. Se trata de abrazarse al universo y vivir en sintonía con él ya que formamos parte de él y es natural que queramos saber de él. Nuestros genes tienen el germen de la curiosidad, por eso es importante la ruptura con cualquier tipo de conformismo en el saber y en los logros alcanzados, como le ocurre al Fausto de Goethe.
La ciencia representa un esfuerzo por un conocimiento objetivo regida por leyes autónomas y lógica propia. Desde el punto de vista de la física los seres vivos no son viables, lo convierten en viables la conducta con la que se adaptan al ambiente para sobrevivir. Esa información de adaptación heredada de nuestros ancestros la almacenamos en el genoma pero también la logramos a través del cerebro en forma de cultura.  

La música y el lenguaje los elaboramos sobre todo con la corteza cerebral, pero el sufrimiento lo padecemos a partir de los procesos fisiológicos del sótano del cerebro que compartimos con los animales, por eso hay que decir alto y claro que los animales sufren. La compasión es un sentimiento ético muy primitivo evolutivamente y es un sentimiento que como animales nos resulta natural frente a cualquier otro tipo de animales. Las neuronas espejo avalan que la compasión es un sentimiento natural.

La libertad es el valor político más importante. Nuestra propia vida ha de ser el resultado de nuestra propia imaginación. Donde estás bien allá está tu patria. Las culturas han de ser juzgadas por la aportación que hacen a la felicidad del ser humano. Y uno mismo ha de examinarse si fue todo lo feliz que pudo haber sido, y si trato de vivir sin engañarse ni engañar a nadie.

Jesús Mosterín es un apasionado, de la vida, de los animales y del saber. Su cara, su sonrisa, el entusiasmo con el que habla lo dice. Ver documental.

 “La filosofía es una dimensión humana. Todos somos filósofos”

Olimpiada filosófica del IES NIT DE L`ALBÀ

Atendiendo a las numerosas solicitudes de las interesadas e  interesados en participar en la Olimpiada de Filosofía de la Comunidad Valenciana el departamento de Filosofía en colaboración con la Asociación de Alumnos del IES Nit de l´Albà organizará una Olimpiada en el instituto de acuerdo a las siguientes bases:

  1. A partir de los textos trabajados en clase  y/o de otras fuentes se elaborará una redacción filosófica de un máximo de 4 folios, con letra Times New Roman de 12, y un interlineado de 1`5. Algunos de los textos trabajados en clase y otros pueden encontrarse en la siguiente dirección: http://www.sfpa.es/

  2. El tema de la redacción filosófica consistirá en responder a  la siguiente cuestión: ¿Puede el hombre percibir la realidad tal y como ésta es? Es decir,  ¿Puede la ciencia ofrecer teorías que merezcan ser llamadas “conocimiento” o habremos de conformarnos con meras “opiniones”? En definitiva: ¿es o no posible el conocimiento objetivo?
  3. El plazo máximo de entrega del trabajo será el 16 de enero, de 2012. Se remitirá por e-mail a la dirección comunicada en clase.
  4. De los trabajos entregados serán seleccionados un máximo de 8 como finalistas. 
  5. Los finalistas se darán a conocer entre los días 17-22 de enero en el blog http://filosofiayciudadaniaiesnitalba.blogspot.com/. 
  6. Los finalistas elaborarán una exposición en formato Power Point para exponerla en 15 minutos el día 30 de enero, de 2012, entre 8 y 12 horas en el salón de usos múltiples del IES Nit de l’Albà. Tras la exposición los finalistas indicados por el tribunal procederán a realizar preguntas al candidato que ha expuesto su tesis a fin de mantener un debate técnico. Todos los concursantes finalistas serán preguntados por igual número de candidatos. 
  7. El jurado tras la exposición y debate de todos los concursantes emitirá un fallo que será inapelable.
  8. Los premios que se entregarán serán los siguientes: 1º Un premio de 100 euros en metálico; 2º, 50 euros en metálico; 3º, 25 euros en metálico. La organización de la olimpiada se esforzará para que todos los finalistas reciban un pequeño detalle por su esfuerzo y participación.  
  9. Los trabajos de los cuatro mejor clasificados serán enviados a la fase provincial de la Olimpiada Filosófica de la Comunidad Valenciana.
10. Los finalistas podrán invitar hasta tres familiares para asistir a la Olimpiada el día de la final, es decir, el 30 de enero.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Celia Amorós: El feminismo de la igualdad


Feminismo y filosofía van íntimamente unidas porque la filosofía es crítica, es el juicio sobre la percepción y organización que existe del mundo y de la realidad  a fin de reorganizarla mejor de lo que estaba. Este camino no se detiene nunca, por eso la filosofía es una tarea perenne.
Pese a que los grandes pensadores han sido críticos con todo tipo de ideologías y concepciones de la realidad no han reparado de un modo sistemático en la condición de la mujer y la realidad. Sobre esta cuestión ha resbalado la legión de filósofos que nutre la historia de la filosofía. A esta misma cuestión se le ha negado entidad filosófica quizá por la inercia de un machismo que ningún filósofo cuestionó ni pensó en su justa medida. Y es precisamente ahí donde Celia Amorós abre camino.  Esta recuperación y reflexión radical sobre la condición femenina como un aspecto de la realidad de pleno derecho es una de las grandes tareas que lleva a cabo Celia Amorós desde la racionalidad humana. De esta forma Celia Amorós vindica la reestructuración de la realidad, el repensar la totalidad reconociendo a la mujer su carta de ciudadanía desde lo genérico humano.
El título de una de sus obras más sustanciosas habla por sí solo: “Crítica de la razón patriarcal”. Ver documental.

lunes, 5 de diciembre de 2011

EXISTO, LUEGO PIENSO

La tradición filosófica clásica comenzando por Platón y terminando por Nietzsche consideró al ser humano como víctima de dos fuerzas irreconciliables y antagónicas: la razón y el corazón. La diferencia entre unos autores y otros es que, mientras unos apuestan por lo que llamamos  razón, pensamiento o entendimiento, los otros lo hacen por el corazón, las emociones o los sentimientos. El caso es que unos y otros, generalmente, consideran al corazón y a la razón bajo una perspectiva de guerra y lucha como explícitamente afirma Pascal. Nosotros rechazamos, siguiendo a Antonio Damasio en su libro, El Error de Descartes,  la tesis dualista de Descartes y afirmamos  que existimos, luego pensamos. Con ello, nos referimos a que sólo porque existe nuestro cuerpo, soporte de las emociones, pensamos. Y más allá de las tesis de Damasio defendemos que emoción y pensamiento son inseparables, se complementan y perfeccionan mutuamente.

En primer lugar, la anatomía humana, desde el punto de vista de la evolución, sostiene que el cerebro humano, al igual que el resto de órganos de nuestro cuerpo, también ha evolucionado. Y así, el tallo cerebral, el hipotálamo, el prosencéfalo basal, la amígdala y la región cerebral cingulada la compartimos con individuos de muchas especies.  Y el papel básico de este sótano de nuestro cerebro es regular los procesos  vitales básicos sin que intervenga la mente o la razón. Pero, además, y esto lo queremos resaltar, estos circuitos innatos intervienen no solo en la regulación corporal básica, sino también en la configuración  de la planta alta del cerebro o neocorteza, y en el despliegue de su actividad. Por tanto, anatómicamente, la neocorteza cerebral es la cúspide evolutiva del cerebro primitivo o animal, y ambos son engranajes de un mismo sistema u organismo que tiene por finalidad la supervivencia en las mejores condiciones.

En segundo lugar, resulta evidente que no serían viables aquellos organismos que, desde su configuración como sistema, implicasen contradicción u oposición interna. Por ejemplo, si un coche es un sistema mecánico cuya finalidad es el movimiento, sería contradictorio que dos ruedas generasen movimiento hacia delante y dos hacia atrás. En el mismo sentido, el organismo humano, en cuanto que sistema configurado hacia la supervivencia, no sería evolutivamente viable si razón y emoción permaneciesen en lucha, contradicción u oposición, pues se bloquearían mutuamente y la supervivencia sería inviable. Esta idea queda reforzada con los argumentos de la fisiología.

Ya Descartes recurrió a la fisiología para relacionar las cinco pasiones del alma con los movimientos  de la sangre y lo que llamaba espíritus. Más recientemente, Javier  Sampedro, en su artículo El amor es química y algo de amistad, se basaba en los experimentos e investigaciones de neurofisiólogos como Helen Fisher de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey, y de Larry Young, de la Universidad de Emory, para afirmar que los tres tipos de amor humano: pasional, romántico y de fidelidad eterna, se producen a consecuencia de un determinado nivel de sustancias químicas y neurotransmisores en el cerebro. Así, el amor pasional vendría determinado por el alto nivel de testosterona en el hombre; el romántico por el alto nivel de dopamina y el de fidelidad eterna por el alto nivel de oxitocina y vasopresina. Pero, la pregunta que nos hacemos aquí es: ¿depende también la actividad del pensamiento de neurotransmisores y sustancias químicas a la hora de razonar?

Como ya hemos argumentado, hoy sabemos que las sustancias químicas del  sótano del cerebro  desencadenan las emociones con sus síntomas corporales. Estas emociones, una vez conscientes se constituyen en sentimientos. Estos sentimientos quedan memorizados para facilitar las tareas de supervivencia. A su vez, estos sentimientos se constituyen  en imágenes. Con estas imágenes trabajamos en la neocorteza para confeccionar imágenes mentales con las cuales elaboramos razonamientos y teorías que nos permitan sobrevivir mejor y ser felices. Y, lo realmente curioso de este nivel ascendente de actividad intelectual, es que es inseparable de  niveles ascendentes en los neurotransmisores que podemos llamar del razonamiento: la serotonina, la norepinefrina y la acetilcolina. Por tanto, también la fisiología muestra que el razonamiento no sólo es la culminación de una cadena fisiológica, sino que sin emoción y sentimiento, no puede haber razonamiento. Hasta tal punto esto es así, que ya ha irrumpido con fuerza en el ámbito de la filosofía una nueva disciplina en la que basaremos nuestro siguiente argumento a favor de la armonía entre emoción y razón: la neuroética.

Las actuales técnicas de exploración cerebral nos permiten fotografiar los circuitos cerebrales que se activan en función de la actividad neuronal.  Esto ha permitido el despliegue de las llamadas neurociencias entre las que encontramos la neuroética. Esta ciencia, en definitiva, pretende explicar la conducta del ser humano sólo a partir de mecanismos del cerebro. Así, Joshua Greene tomó imágenes cerebrales de sujetos a los que se les presentaban diferentes dilemas morales. Estas imágenes mostraban que las zonas del cerebro que se activaban a la hora de tomar la decisión definitiva para resolver el dilema eran las relacionadas con la emoción. En esta perspectiva, el psicólogo Jonathan Haidt en su libro El perro emocional y su cola racional, tras diferentes pruebas realizadas a seres humanos concluyó que toda decisión moral es ante todo una intuición o movimiento emocional que activa, a modo de sombra o efecto remoto, la argumentación racional para justificar dicha emoción. Por tanto, estamos de acuerdo con Greene y Haidt que la emoción actúa como detonante de la razón, pero contra Haidt, negamos que la actividad racional sea un mero apéndice, una sombra o efecto casi inútil de la emoción. Por el contrario, la razón y sus creaciones, a esta altura evolutiva, resulta imprescindible para la subsistencia y la felicidad. ¿Cómo puede ser esto?  Para resolver esta cuestión presentamos un análisis en clave filogenético.  
Según la filogenética la capacidad encefálica del Australopitecus era de unos 520 cm3. Esta capacidad se triplicó en 6 millones de años en su descendiente: el Homo Sapiens. El mecanismo que explica este crecimiento es que el cerebro responde al ambiente y, en ocasiones, lo modifica para sobrevivir, pero, a su vez el ambiente modificado actúa sobre el cerebro, modificándolo a su vez. Así, se alcanzó la capacidad encefálica del Homo Sapiens. Pero, el ambiente ha llegado a tal nivel de sofisticación y artificialidad que el sótano del cerebro o mecanismo automático de las emociones actúa de detonante o interruptor hacia los mecanismos de la parte alta del cerebro o razón, debiendo ésta elegir la opción más conveniente a nivel consciente. Así, por ejemplo, ante un peligro como pueda ser un incendio, tenemos los mismos síntomas emocionales que un animal en peligro, pero, si nos encontramos en un hospital, ambiente artificial, sabemos que la elección, si queremos salvar nuestra vida, ha de ser racional. Esto explica la aparente oposición entre corazón y razón, pues el corazón sería un mecanismo inconsciente y primitivo del sótano del cerebro, y la razón un mecanismo consciente y actual. Y decimos ‘’aparente oposición’’ porque seguimos necesitando vitalmente las emociones, pero también necesitamos satisfacerlas desde el nuevo escenario o ambiente en el que nos encontramos, que es el resultado de las creaciones de la razón. De ahí el imprescindible papel de la razón en la toma de decisiones. Pues actúa de modo similar a la emoción, pero en un escenario artificial, creado por la misma razón.
En conclusión: según el argumento anatómico que defiende la configuración complementaria entre el sótano del cerebro y la parte alta del mismo; fundamentados en que somos un solo organismo vivo con un único fin, la supervivencia y la felicidad; de acuerdo con el mecanicismo fisiológico emocional muy similar al racional; a tenor de los descubrimientos de la neuroética que relaciona nuestras decisiones morales con la actividad en las zonas cerebrales en las que se ubica la emocionalidad; y finalmente, conforme al argumento filogenético que presenta la capacidad craneal del hombre como el resultado de un camino evolutivo exitoso en la supervivencia y la felicidad, afirmamos que existimos, luego nos emocionamos; nos emocionamos, luego pensamos.  Es decir, la razón no sólo completa, culmina y perfecciona al corazón, sino que al elaborar ideas y teorías con vistas a la supervivencia y felicidad necesita también la aprobación del corazón. ¿Acaso, alguna de las grandes teorías o descubrimientos científicos estuvo exento de emoción en la pregunta que lo suscitó o en la formulación que la concluyó? No. Así, nosotros cuando  hemos iniciado esta composición lo hemos hecho desde una emoción que hemos razonado, y ahora esa emoción razonada la recobramos como razón emocionada. En cualquier caso, estamos convencidos de que si al corazón y a la razón, las respetamos en sus funciones respectivas, complementarias, inseparables y de perfeccionamiento mutuo, nos aproximaremos cada vez más a la felicidad.
 Rocío Huertas, primero de bachillerato, curso 2010-2011

¿Qué demonios es la idea de infinito?


“Quien busque el infinito que cierre los ojos” Milán Kundera.
La serpiente que se muerde la cola, el círculo, la Lemiscata de Bernoulli ,  y la palabra caelo en latín significa tanto cielo, como círculo, como camino que no tiene ni principio ni final.
Pero reflexionemos sobre esta pregunta, si comenzamos a contar en 5 hasta el infinito ¿hay menos o más números que si comenzamos a contar desde 1? Si un mono se pone a escribir al azar con el teclado de un ordenador durante un tiempo infinito ¿acabará por escribir toda la obra de Shakespeare o El Quijote de Cervantes? Un experimento similar se hizo con programas informáticos que escribirían al azar y en menos de un mes fueron tantas las combinaciones que escribieron, que llegaron a reproducir un soneto de Shakespeare.
Si el universo es infinito existirán infinitos planetas tierra y existirán infinitos yoes, unos de ellos todavía por nacer, otros muertos, otros adultos, otros jóvenes y otros ancianos. La idea de infinito rompe con la lógica habitual que utilizamos, pues si existe el infinito existirán infinitos yoes que estarán haciendo lo mismo que yo en este momento, otros infinitos vivirán un segundo por delante de mí en el futuro; otros tantos en el pasado… ¿Qué demonios es el infinito? ¿Somos capaces de pensar una idea tal? ¿Y tú qué piensas del infinito? Échale un vistazo a este documental e intenta aclarte algo. Ver documental.